Comenzamos una serie que ya me extrañaría que llegase a las tres o cuatro entradas. Las hormigas del género Cataglyphis, hormigas corredoras del desierto, soportan temperaturas que ningún otro bicho conocido soporta. De hecho, se alimentan de bichos conocidos que no las soportaron. Tienen unas patas muy largas y se desplazan a toda velocidad y cambiando de rumbo constantemente, dando la impresión de que van levitando al tun tun. Desde siempre ha sido un misterio cómo logran orientarse para volver a su hormiguero después de andar cientos de metros en busca de pitanza en ese plan. Dado que el entorno está siempre siendo barrido y cambiado por el viento, no pueden valerse de las feromonas que emiten, como hace el común de las hormigas, y parece ser que utilizan otro tipo de referencias visuales y olfativas.
Ahora, a mí lo que me deja pasmado son las florecillas. Ya son ganas de existir...
Ahora, a mí lo que me deja pasmado son las florecillas. Ya son ganas de existir...