Dhofar es desde la antigüedad la tierra del incienso. De aquella éste era artículo de primer orden comercial, y las rutas para su distribución marcaban la existencia de las ciudades más prósperas en los puntos estratégicos, caso de las aquí ya mencionadas Petra o Sumurham. Ya ha llovido.
El incienso de mayor calidad se obtiene de la resina de los árboles del genero Boswellia; un producto de olor delicioso que requiere gran experiencia para su recolección en las mejores condiciones (cosa que se logra al tercer corte) y sin que el árbol quede dañado. En el Wadi Dawkah se dan las condiciones óptimas para el crecimiento de este arbolillo, y aún hoy se conserva y se potencia allí su cultivo.