Nizwa fue en los siglos VI y VII capital de Omán, y centro comercial entre la costa y las ciudades del interior. En toda esta zona de Omán al sur de las montañas Hajar se tiene constancia del mucho tomate habido en el pasado por la continua presencia de fuertes y ciudadelas de adobe fortificadas, llenas de callejuelas y pasadizos; aquí una construcción derruida, adosada a ella otra habitada y adosada a ésta otra utilizada como vertedero. Todo ello integrado dentro de un gran oasis, con sus zonas de cultivo recorridas por aflaj, que no es otra cosa que el plural de falaj. Sitios muy, pero que muy peculiares y con un olorcillo muy característico causado por el adobe.