viernes, 15 de mayo de 2015

Memorias sultanatas: Nakhl.

 23°23'11.96"N
 57°49'36.98"E

Las montañas Hajar, con esa pinta de secarral intransitable que tienen, albergan una notable cantidad de agua que aflora aquí y allá, en ocasiones durante todo el año, dando posibilidad a la existencia de asentamientos. "Nakhl" significa "palmera", y algo de eso hay. En sus proximidades brotan las aguas termales de Al Thowarah, en un entorno muy bonito que invita al chapuzón. Y siempre que hay posibilidades de chapuzón, allá tenemos un puñado de indios pasándoselo como niños y viceversa.
En principio cabría pensar que con 40º en el exterior no son aguas termales lo que más apetezca, pero la Naturaleza es sabia y para estos casos creó el efecto botijo. Se da uno el chapuzón con cuanta más ropa mejor y al salir, la brisa caliente evapora el agua y nos refresca (todo aquello de los cambios de estado, el calor sensible y el calor latente). Una sensación estupenda que puede uno disfrutar sentado en una roca mientras los pececillos le ruquetean los pies.