23°10'0.62"N
57°24'56.12"E
Desde la pista de Qiyut puede uno conectar por aquellas alturas con la carretera que sube de Al Hamra a cruzar el macizo; carretera cómoda y en perfecto estado por el sur ya que la orografía lo permite. Una vez que se llega al punto más alto, se acabó la carretera en perfecto estado y se acabaron las concesiones. Llegamos a un mirador espectacular sobre los wadis del norte, y a partir de ahí el recorrido va pasando de lo escalofriante a lo asombroso durante un par de horas, recorriendo el wadi Al Hat y conectando con wadi Al Sahtan hasta dar con la salida al mundo sensato en la carretera de Ar Rustaq a Ibri. De lejos, lo más tremebundo que tiene uno recorrido al volante.
Desde el collado de paso vamos viendo la pista de bajada a Al Hat.
Dos peones de blancas contemplando el tomatal que se presenta al norte.
Venga, para abajo sin miramientos, que el coche no es mío.
Por el camino, algún oasis remoto con su correspondiente pueblillo. El aislamiento de los poblados de estas montañas es sobrecogedor.
De esto ya se tiene informado aquí, pero desde luego no me lo esperaba.
De ahí venimos. Y cuando digo "de ahí", quiero decir "de ahí arriba".
Ayn Umq, al pie de Jabal Shams y ya conectando con el wadi Al Sahtan.