domingo, 17 de mayo de 2015

Memorias sultanatas: compañerismo.

Ahí abajo tu seguridad y el desarrollo de la inmersión dependen en gran medida de tu compañero de buceo, una persona que en muchas ocasiones no has visto en tu vida ni volverás a ver. Tiene uno buceado con gente que decía que los bichos no le interesan, que para eso se queda en casa viendo documentales (yo creo que pasó de verdad, pero igual fue un sueño extraño); y en la última jornada de buceo antes de las Daymaniyat me tocó con un fulano que ya estaba en reserva de aire y tuvimos que salir cuando a mí me quedaba más de medio tanque, y por tanto más de media inmersión posible. No pasa nada, esto es hoy por tí y mañana por mí; pero lo cierto es que cuando te toca un compañero compatible se disfruta mucho más.

Con ustedes Kutlu Guvenç, un tipo que respira exactamente al mismo ritmo que yo y que disfruta observando y fotografiando la fauna marina. Me lo pasé en grande localizando una y otra vez la siguiente víctima para su objetivo; y él tan feliz también, pudiendo dedicar tiempo a cada bicho, despreocupado porque me tenía a mí de enlace para no perder al resto del grupo.