viernes, 4 de diciembre de 2015

Memorias sultanatas: mar Arábigo.

 22°13'25.48"N
 59°48'34.76"E

A ver si nos pensábamos que íbamos a abandonar la costa sin asomarnos a ver qué se cuece por los fondos del Mar Arábigo. No, hombre, no. 


Lo que pasa es que comete uno errores clásicos, como el meterse primero sin cámara en plan reconocimiento, en lo que acaba siendo el baño más interesante y en mejores condiciones. También ocurre que con la mar batiendo se disfruta mucho, pero la visibilidad decrece. Por tanto, no hay una gran cosecha fotográfica; pero siempre se ven cosas:



En la orilla, rayas y peces lagarto, los que hacen pupa al pisarlos. Muy bien, que no falte la emoción.


Peces guitarra no recuerdo yo haber visto nunca por estos fondos. Sin embargo aquí aparecieron unos cuantos.


Aquí ojazos se dedicó a acompañarme y revolotear a mi alrededor todo el rato.


Los bancos grandes siempre dan esplendor.


Mucho lábrido esquivo, dejándose ver pero no fotografiar.


Estos dos elementos tampoco recuerdo yo haberlos visto nunca, y aquí estaba lleno de ellos. La aleta dorsal, que aquí no se aprecia, es muy llamativa: triangular y con zonas blancas y negras.


La parte superior de la roca por la que se desenvolvían los cornudos estos estaba a medio metro de profundidad. Condiciones óptimas para la observación, entre que la mar te lleva y te trae. Estos tienen pinta de blenios de gran tamaño; habrá que investigar.