sábado, 24 de diciembre de 2016

Buceando en "Inch Cape II".

25º20'19.1'' N
56º22'52.7'' E

Una cosa buena del buceo es que aunque la visibilidad sea escasa siempre se pueden hacer inmersiones interesantes sin más que dedicarse a explorar paredes o, como en este caso, pecios.

El buceo en pecios no es sólo por tontería o por poner a prueba la habilidad técnica: los barcos naufragados, y sobre todo los hundidos a propósito -ya que previamente son liberados de sus residuos tóxicos- constituyen un refugio ideal para un montón de serecillos que aprovechan cualquier recoveco para hacer vida. 

El Inchcape II fue hundido en Abril de 2002 en vista del éxito que supuso la experiencia con el Inchcape I, eligiendo aguas menos profundas para hacerlo más accesible. Previamente se limpió de residuos de aceite y se eliminaron puertas y escotillas para disfrute y seguridad de los buceadores. A los dos meses ya empezaba a estar ocupado por lapas, balanos, percebes y algas; depués vinieron los gusanos de tubo (los clásicos espirógrafos) y anémonas; al cuarto mes se empezaron a ver corales blandos y esponjas, y al quinto mes los primeros peces (snappers y batfish) se dieron cuenta de que allí se estaba pero que muy bien y empezaron a invadir el lugar, haciendo a veces difícil ver el barco. A partir del séptimo mes la variedad de especies ya era importante y la prosperidad de los primeros moradores propició una oleada de nuevos habitantes: moluscos que se refugiaban en los corales, nudibranquios que se alimentaban de las algas y briozoos, pequeños gobios que establecían base en los recovecos y esponjas, cangrejos, gambas.. y a partir de ahí toda la cadena alimenticia. Afortunadamente, en este caso los del último eslabón nos limitamos a hacer fotos.

(Fuente: "UAE Diving", Ed. Explorer)

Grupetes de pez gato (Plotosus lineatus) aquí y allá, siempre en lugares protegidos.

Porque le delata el ojo; si no, cualquiera ve un pez ahí...

Un par de nudibranquios de vez en cuando que no falte nunca. Estos son Hypselodoris pulchella, de los que ya se habló aquí alguna vez.

Curiosas formaciones multicolor en la cubierta.

El barco está bien equipado por si quieres echar una siesta en medio de la buceada.

Las salas de máquinas con su cacharrería asociada invadida por los organismos dan un aire fantasmagórico. Vemos pululando por los alrededores un par de especies de peces cardenal.

Aquí una estación de limpieza, con el Labroides dimidiatus de turno y los "arabian monocle bream" (Scolopsis ghanam) haciendo cola muy civilizadamente.

Este tan chulo es un "white cheek monocle bream" (Scolopsis vosmeri). Cuando está al acecho de lo que se mueve por el sustrato se queda tan flipado que te puedes acercar sin problema a hacer la foto. 
Y este un "spotted tail hawkfish" (Cirrhitichthys calliurus). Los "hawkfish" se apostan al acecho anclándose a corales y demás sin ser dañados, gracias a sus aletas pectorales largas y espinosas. Sólo se conocen dos especies en el golfo de Omán.

Bancos mixtos de "snappers" por los alrededores.
Una buceada sin pez león (género Pterois) es como para exigir que te devuelvan el dinero.


Y sobre todo, anemonillas, esponjas y demás invertebrados multicolor por todas las superficies posibles, en solitario, en pequeños grupos o en colonias.